Monumento a la Masonería Universal

En la segunda rotonda de la Avenida Reyes Católicos, el sábado 19 de diciembre de 2015, las Logias del Valle de Salta,

Nombres que enorgullecen a la Masonería Argentina

La Masonería Argentina tiene el orgullo de haber contado en sus filas a hombres que participaron en la construcción de una Nación progresista,

Contribuyendo al Arte de la Ciudad

En adhesión al Bicentenario de la Batalla de Salta, el 20 de febrero de 2.013 la Augusta y Respetable Logia “General Belgrano”...

Simbología en la Arquitectura Sacra

La Masonería se organiza y estructura sobre el gremio de los iniciados en el Arte Real de la Construcción...

Tiempo de Cuaresma

La Orden masónica impulsa el uso de la razón para buscar la Verdad y la Belleza...

lunes, 1 de mayo de 2017

Día del Trabajador

La del 1º de Mayo es la fiesta del movimiento obrero mundial por antonomasia. Celebrado en París en 1889, por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago. Estos sindicalistas anarquistas fueron ejecutados en Estados Unidos por participar en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas, que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1º de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket. A partir de entonces se convirtió en una jornada reivindicativa de los derechos de los trabajadores en sentido general que es celebrada en mayor o menor medida en todo el mundo.

ALGUNAS DEFINICIONES QUE HAN HECHO AL PROGRESISMO

La Doctrina Social de la Iglesia ha definido que El trabajador es la causa eficiente del proceso productivo. Su auténtico protagonista, en razón de su dignidad de persona, mientras que los factores inanimados son medios en las manos del hombre, a modo de causas instrumentales. … El capital, constituido por riqueza –dinero, tierras, propiedades, equipos, derechos adquiridos- acumulado a partir del trabajo del hombre, debe cumplir el papel de facilitar la labor de todos en favor del progreso social. No es indiferente el destino que el dueño del capital da a sus inversiones, porque siendo el fin genérico de los bienes materiales la satisfacción de toda la familia humana, en primer lugar se debe pensar en los lugares más necesitados para beneficiar a las personas más pobres. Así se colabora solidariamente en la redistribución de la riqueza, y se evita el mal que significa para muchas familias el tener que emigrar y desarraigarse de sus costumbres y parientes. El trabajador no puede estar supeditado al interés primordial del dinero o del Estado, porque el factor capital del proceso productivo no es ni el dinero ni el Estado, sino el trabajador intelectual y manual. El progreso no depende de la acumulación de dinero o de poder social en pocas manos o en manos del Estado, porque todo recorte a la libertad social es un atropello a la dignidad de las personas, que el Estado no puede permitir a otros ni cometer él mismo, ya que el fin no justifica los medios. … El desarrollo y el progreso no se miden únicamente por indicadores económicos, sino por el grado de promoción del bien común integral, tanto espiritual como material, que el hombre haya logrado con su trabajo digno u fraterno.”.
Canto al Trabajo (Buenos Aires)

En 1.931 Pío XI supo señalar, en su Encíclica “Quadragésimo Anno”, que “Durante mucho tiempo, en efecto, las riquezas o capital se atribuyeron demasiado a sí mismos. El capital reivindicaba para sí todo el rendimiento, la totalidad del producto, dejando al trabajador apenas lo necesario para reparar y restituir sus fuerzas. Pues se decía que, en virtud de una ley económica absolutamente incontrastable, toda acumulación de capital corresponde a los ricos, y que, en virtud de esa misma ley, los trabajadores estaban condenados y reducidos a perpetua miseria o a un sumamente escaso bienestar. Pero es lo cierto que ni siempre ni en todas partes la realidad de los hechos estuvo de acuerdo con esta opinión de los liberales vulgarmente llamados manchesterianos, aun cuando tampoco pueda negarse que las instituciones económico-sociales se inclinaban constantemente a ese principio. Por consiguiente, nadie deberá extrañarse que esas falsas opiniones, que tales engañosos postulados, hayan sido hayan sido atacados durante y no solo por aquellos que, en virtud de tales teorías, se veían privados de su natural derecho a conseguir una mejor fortuna.”.

Canto al Trabajo (Rogelio Yrurtia - argentino)

Juan XXIII diría luego, en 1.961, en su “Mater et Magistra”: “Los deberes de la justicia han de respetarse no solamente en la distribución de los bienes que el trabajo produce, sino también en cuanto afecta las condiciones generales en que se desenvuelve la actividad laboral. Porque en la naturaleza humana está arraigada la exigencia de que, en el ejercicio de la actividad económica, le sea posible al hombre asumir la responsabilidad de lo que hace y perfeccionarse a sí mismo.  De donde se sigue que, si el funcionamiento y las estructuras económicas de un sistema productivo ponen en peligro la dignidad humana del trabajador, o debilitan su sentido de responsabilidad, o le impiden la libre expresión de su iniciativa propia, hay que afirmar que este orden económico es injusto, aún en el caso de que, por hipótesis, la riqueza producida en él alcance un nivel y se distribuya según criterios de justicia y equidad.”